Hace semanas me rondan varias situaciones en la cuales el tema de la congruencia me molestaba y hoy les he encontrado nombre para trabajar en ello: DOMINIO Y POSESIÓN, dos viejos monstruos que no por antiguos en la historia humana han dejado de tener fuerza y alcance.
Es muy impactante tener ejemplos, varios y recientes, de grandes ideas surgidas de la ingenuidad de la simpleza de nuestro niño interno, que en cuanto tienen forma real y belleza de objetivo, aparecen los guardianes territoriales a establecer normas, límites, condiciones, imagen pública, mercadeo y promociones…cargos…designaciones….premios y castigos, vetos y autorizaciones, todo ello siempre disfrazado de la frase de “apoyo desinteresado” cuyo único objetivo final es ejercer DOMINIO Y POSESIÓN sobre la idea o proyecto de otro que como parece buena (“pero no fue mía”) debo montar la red de invasión para dominarla y terminar siendo el poseedor de ella. Justo al mismo tiempo que tu niño interno se pregunta: “quién habló de montar Disneylandia Caribeño si yo solo quería jugar a la “ere” con mis panas?”.
Al principio cuando esto nos sucede o sucede cerca de nosotros, nos puede la indignación, por ratos incluso la impotencia, esa sensación del niño que solo quería su chupeta favorita y luego se encuentra con que compraron una torta mala de nata que nunca le gustó y que tampoco puede comer porque llegó antes de la hora de la cena, no ha hecho la tarea, mañana hay que levantarse temprano y mamá no me dio permiso de probarla.
Lo más importante desde mi punto de vista es, que cuando alguien logra cambiar una buena idea o proyecto y convertirlo en una parodia que “le pertenece y domina”, es fundamental reconocer que ya no es lo que queríamos y al convertirse en una cosa distinta ya no se parece a nosotros, es perfecto que el dominador, perdido en su reserva territorial, tome plena posesión de lo que en definitiva lo esclavizará a sus propias reglas, condiciones, límites y mercadeo…..el tiempo y la sabiduría le amarrará a una torta ácida de nata que será suya.
Yo me quedo feliz disfrutando mi chupeta favorita, que fue lo que siempre quise…¿quieres compartirla en el recreo?
lunes, 17 de septiembre de 2007
"Yo solo queria una chupeta"
Publicado por Carmen Mosquera en 16:36
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2 comentarios:
Bienvenida Carmen a este mundo interesante de los blogeros.
Creo que la idea es dar una opinion sobre lo que escribes o no
No logro llegar al meollo de lo que relatas, acaso te refieres a aquellos que andan por estos lares pescando idiaqs de los demas para apropiarselas sin previo aviso pues su cerebreo no es capaz de parai una buena
Besos Marianela
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