viernes, 28 de septiembre de 2007

Una mujer brasileña da a luz a sus propios nietos ...

Después de estudiar, leer e investigar las fabulosas interrelaciones entre biología, psicología y sociología... vienen los seres humanos y se buscan una licuadora meten todo lo que hemos aprendido y zas! la prenden!!!!
Si ya las relaciones madre-hijo y abuela-nieto resultan un tema de interminable debatir, ahora pongan sobre el tapete este caso que me encantaría seguir por años (seguramente imposible), porque estaría bien saber las emociones de este par de criaturas a los 5, 15 y 25 años ...uff me da hasta sofoco! ahí les dejo la noticia para que la piensen:

Una mujer brasileña de 51 años ha dado a luz por cesárea a dos gemelos que fueron concebidos de forma artificial, después de que le fueran trasplantados en su útero los óvulos de su hija, ya fertilizados.De su embarazo han nacido Antônio Bento (2,41 kilos y 46 centímetros) y Vítor Gabriel (2,93 kilos y 47,5 centímetros).
Rosinete Palmeira Serrão alquiló (gratuitamente, eso sí) su vientre a su propia hija, Claudia Michelle Serrão Pereira, de 27 años, en un caso inédito en el mundo

El alumbramiento ha tenido lugar en la ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, al noroeste de Brasil.
"Los niños han nacido sanos y no han necesitado de la incubadora", ha dicho el médico que atendió a la madre-abuela en el parto.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Nosostros y ellos: Birmania

A tenor del artículo de ayer "Nosostros y ellos", me gustaría contarles una pequeña historia de Birmania...país bastante lejos del nuestro, ubicado en el sudeste asiático, del cual en general, desconocemos hasta su lugar en el mapa y que ha saltado a nuestros ojos, una vez mas, sólo porque está en los noticieros. Pero, aún cuando nuestro primer pensamiento sea "nosostros y ellos" por favor tómense unos minutos para leer algunos datos de cuán "distintos" (??!!) somos:

Birmania,oficialmente Unión de Myanmar, es un país del sudeste asiático. Limita al norte con China, al sur con el mar de Andamán, al este con Laos y Tailandia, y al oeste con la India, Bangladesh y el golfo de Bengala.

Desde el siglo III a. C. hasta el siglo XV d. C. los pegu, los ava, los mon y otros desaparecidos como los pyu se irían perpetrando en dinastías y pueblos en guerras entre ellos que abarcarían territorios relativamente unificados como el Reino de Pagan. Pero no sería hasta la Dinastía Toungoo (1531-1752) que se inició un proceso que conduciría a la unificación del país, pasando por otras dinastías que mantendrían la unión.
El Imperio Británico, tras ocupar diversas provincias hacia 1862, dominó todo el territorio, y en 1886 estableció un protectorado colonial. Durante la II Guerra Mundial fue ocupada por los japoneses, pero fue retomada por Gran Bretaña en 1945. En 1948, el Reino Unido se vio obligado a conceder la independencia.

Comunistas En 1949 se produjo una sublevación comunista dominada por el Gobierno de U Nu. Desde 1962 se impuso un régimen militar encabezado por el general Ne Win que derrocó a U Nu. Tras aprobarse una nueva Constitución, que definió al país como "república socialista" (enero de 1974), en marzo de 1974 Ne Win fue elegido presidente de la supuesta República. Reelegido en marzo de 1978, dimitió en junio de 1981 (le sucedió el general San Yun); pero siguió al frente el poderoso partido único del país hasta una revolución que pedía la democracia de agosto a septiembre de 1988 y que acabó con la formación de un gobierno militar con el General Saw Maung a la cabeza de éste.

Estado militar En 1989 el gobierno militar fruto de un golpe de Estado en 1988, cambió el nombre del país por el de "Unión de Myanmar". Este cambio fue y es rechazado por los opositores del actual gobierno, tanto dentro como fuera del país, que afirman que el gobierno no tenía la autoridad para realizar dicho cambio. El título de Unión de Myanmar es reconocido por las Naciones Unidas y por la Unión Europea, pero rechazados por algunos gobiernos.
En 1990 se llevaron a cabo elecciones libres por primera vez en casi 30 años, pero la amplia victoria del NLD, el partido de Aung San Suu Kyi fue anulada por los militares, los cuales rehusaron a renunciar.
Una de las figuras principales de la historia birmana del siglo XX fue el general Aung San, fundador del ejército y figura de la libertad. San pasó de estudiante a activista. Su hija Aung San Suu Kyi fue premio Nobel de la Paz de 1991 convirtiéndose en icono de la democracia, la paz mundial y la libertad. La tercera figura de Birmania más reconocida del mundo es U Thant, que ocupó el cargo de secretario general de la Naciones Unidas durante dos períodos. Birmania sufrió también el terremoto del Océano Índico de 2004.
En la actualidad, han ocurrido numerosos enfrentamientos entre las minorías étnicas dentro del propio país y los habitantes aún viven en pobreza y dictadura. Los militares violan, esclavizan, torturan y matan impunemente a muchos a veces sólo por cantar canciones prohibidas.La represión militar se centra mayoritariamente en las minorías étnicas, como los Karen.
El gobierno de Birmania ignora completamente los reclamos de los países vecinos, que piden abrir un proceso de democratización. Este proceso también es reclamado por Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esta organización ha solicitado en numerosas ocasiones a las autoridades militares que liberen a la líder opositora y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que permanece detenida con arresto domiciliario y bajo una estricta custodia, desde 1996.
Al menos 20.000 personas – 10.000 monjes budistas y otra misma cantidad de simpatizantes – se congregaron en las calles de Rangún para manifestar por la democracia y en contra de la Junta Militar que gobierna Birmania el 23 de Septiembre de 2007.
Los manifestantes se congregaron para expresar su apoyo a Aung San Suu Kyi, quien apareció en público por primera vez en cuatro años, luego de que a algunos monjes y simpatizantes les fuera permitido pasar a su hogar.
Las manifestaciones se repitieron pese a que las autoridades recorrieron las urbes para advertir desde automóviles y con megáfonos que cualquiera que observara o participara en las protestas podría ser condenado a una pena de tres años de a diez años de cárcel.
Durante la marcha pacífica del 23 de septiembre por las calles del centro de Rangún, los manifestantes gritaban "¡democracia, democracia!", mientras eran aplaudidos y vitoreados por ciudadanos desde varias residencias de la ciudad.
Ha habido tres manifestaciones en vista del aumento de los precios de los hidrocarburos. Los militares subieron a varios de los manifestantes a camiones, y testigos aseguran que fueron golpeados en los mismos.
La primera manifestación congregó a cerca de 500 personas el domingo pasado. La segunda, el miércoles, reunió a 150 antes de ser reprendidos por fuerzas leales a la junta militar. 13 de los manifestantes del miércoles fueron arrestados.
Los reporteros en el área fueron prohibidos de tomar fotos y fueron sacados del lugar. Al menos 20.000 personas – 10.000 monjes budistas y otra misma cantidad de simpatizantes – se congregaron en las calles de Rangún para manifestar por la democracia y en contra de la Junta Militar que gobierna Birmania el 23 de Septiembre de 2007.

Desde Oslo, a varios miles de kilómetros de distancia, emite su señal la radio 'Voz Democrática de Birmania', probablemente la más importante fuente de información para la población de Myanmar.La emisora fue creada con fondos noruegos en 1991, poco después de que se le otorgara el Premio Nobel de la Paz a la dirigente opositora birmana Aung San Suu Kyu. Hasta ahora transmitía dos horas por día por onda corta y desde hace poco tiempo también por satélite
El gobierno militar birmano no sólo mantiene un férreo control de los medios de comunicación tradicionales, sino que bloquea también la difusión de información a través de Internet.
Por esa razón, en uno de los estados mas cerrados del mundo (la única fuente de información dentro de Myanmar es la prensa estatal, rígidamente controlada por la Junta Militar), que censura a los periodistas extranjeros, gran parte de la cobertura mundial de los medios proviene de reporteros exiliados en países como Tailandia e India y de sus contactos clandestinos en el interior.
La parte más peligrosa del trabajo corre a cargo de los reporteros que graban con cámaras diminutas la evolución de la revuelta callejera, como explica el segundo de abordo de la radio. "Todos nuestros periodistas trabajan de forma clandestina, nunca dicen que son de la 'DVB'. Si lo hicieran, serían detenidos de inmediato.
Ahora, 19 años después, mientras las tropas efectuaban disparos de advertencia a las multitudes en Rangún, "periodistas ciudadanos" furiosos, mezclados en las masas, enviaban sus pensamientos, imágenes y vídeos a cadenas como la CNN y la BBC.


Seguro somos ellos y nosostros?........

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Nosotros y ellos


La categorización que hacemos los seres humanos para clasificar a otros seres humanos y a nosotros mismos de acuerdo a características específicas, es una señal inequívoca que mantenemos en nuestra memoria ancestral parámetros tribales que aplicamos en la mayoría de las oportunidad no somos conscientes de ello. De tal manera que si nos detenemos por un rato a pensar nos daremos cuenta que hemos dividido a la gente en: buenos y malos, rojos y azules, negros y blancos, gordos y delgados, inteligentes y lentos, estudiados y no estudiados, musius y locales, de alto nivel y de otro nivel, y un largo etcétera interminable del cual no nos escapamos ninguno de nosotros. En XX siglos y entrado en XXI, si nos detenemos a pensar nos daremos cuenta que en lugar de sentirnos el género humano, cada vez con mas fuerza nos sentimos en una categoría y, claro, los demás en otra.
David Berreby es un periodista radicado en Nueva York, desde donde escribe para numerosas publicaciones de su país. En su libro “Us and Them: Understanding Your Tribal Mind”(2005), hace un inteligente análisis de por qué es tan natural en nosotros pensar en términos de exclusión social y, a pesar de que no he tenido la fortuna de leer ese libro he encontrado algunas referencias suyas y entrevistas que dan cuenta de la genialidad de ejemplos que el Sr. Berreby recoge en su libro. Sé que sonreirán y también se sorprenderán cuando lean el texto transcrito abajo (extracto de una entrevista que se le realizara en febrero de este año), nada me gustaría mas que además nos sirviera de reflexión y para, en la medida de lo posible para cada uno, empezáramos a eliminar categorías en lugar de crear nuevas. Aquí la tienen, disfrútenla como hice yo:
Entrevistador: ¿Por qué, por qué demonios, la gente vive y muere por naciones, ideologías, grupos étnicos…? Entre otras cosas…
David Berreby:
¡La gente muere por equipos de fútbol! ¡Imagínate!
La clase también es otro factor, y la edad.
La edad es importante. Y el idioma, por supuesto.
Entrevistador: ¿por qué estas divisiones nos hacen crear una barrera entre «ellos» y «nosotros»?
David Berreby: Es una buena pregunta, y a menudo estas cosas nos sorprenden en los demás… es muy fácil mirar hacia fuera y preguntarse: «¿Pero cómo pudieron hacer eso los de Irlanda del Norte? Tienen el mismo aspecto, hablan el mismo idioma… ¿por qué se están matando unos a otros?» O bien: «¿Qué le pasa a Estados Unidos con el problema racial, ¿cómo es posible que no lo resuelvan de una vez?».
En las personas que están lejos de nosotros, nos parece extraño. ¡Ah! Pero con los nuestros, con la gente cercana (los católicos y los protestantes, quizá; o los catalanes y españoles…) entonces pensamos: «¡Claro! Por supuesto, ¡entiendo de qué va ese problema! ¡Sé que es importante!»
Por eso creo que todos sabemos que hay cierto componente absurdo en estas pasiones, porque vemos pasiones en los demás que no entendemos, y decimos: «sé que esto no tiene ningún sentido». Pero cuando se trata de algo conocido, de las cosas con las que nos hemos criado y que nos importan, sobre las que tenemos sentimientos viscerales, no es tan fácil descartarlo… y menciono todo esto porque hay un elemento de involuntariedad que subyace a esas pasiones… creo que es muy difícil ser un ser humano y no sentir de algún modo que «ésta es la manera correcta de hacer las cosas». Celebramos los oficios religiosos en domingo y no sábado, o en sábado, y no en domingo… hay una manera concreta de vestirse para asistir a un funeral, y de hablar con las personas mayores, y toca votar el martes, o el domingo… y esta sensación… es muy difícil resistir esta sensación, asumir que lo que conocemos y aquello con lo que nos hemos criado cuando nos enseñaron a ser personas no es especial.
Entrevistador:
Otra cosa importante que aparece en tu libro es que todo esto tiene que ver con los símbolos. Es decir, somos probablemente la única especie que se comporta de un modo u otro en función de símbolos.
Somos una especie… …simbólica, sí.
Entrevistador:
Una especie simbólica. Me gustaría que me recordaras esa terrible historia sobre los tutsis y los hutus. Durante la guerra civil. ¿Qué pasó exactamente?
David Berreby: Esta historia ilustra, en primer lugar, el aspecto simbólico… Por cierto, evidentemente, los perros forman manadas, los chimpancés son muy leales a su grupo, las palomas van en bandadas… pero, a diferencia de las personas, las palomas no deciden que otra paloma es buena o mala en función de sus votos o en función de una bandera… o del color de su frente, o algo así. Pero sí es muy importante para nosotros, y es muy significativo que actuemos así… puede que te conozca de toda la vida, pero decida que no eres tan bueno como alguien con quien no he hablado jamás, simplemente porque esa persona tiene el mismo credo religioso que yo, y tú no. Se trata de algo exclusivo del ser humano y, por tanto, es importante. Sin embargo, la historia que voy a contar ilustra también otra cosa: que todas nuestras lealtades o filiaciones se solapan. Es decir, todos tenemos más de una o dos maneras distintas de clasificarnos. Está la nación, y el idioma, y el sexo, y los grupos de edad… y todas estas cosas las aplicamos o no…
David Berreby:
La historia que nos ocupa es la de una abadesa de un convento de Ruanda, que
era hutu una monja. Sí, una monja, una abadesa, exacto. Y llamó a la milicia para que mataran a algunos tutsis refugiados en el convento, pero no entregó a las monjas tutsis. Es decir, en ese caso, la filiación religiosa, del tipo «esta mujer pertenece a mi orden, es cristiana y monja como yo» pasó por encima de la filiación étnica; en esos momentos la abadesa pensaba: «es más importante que esta mujer sea una monja que no que sea hutu o tutsi». La gente hace este tipo de cosas continuamente cuando clasifica.
Pese a todo, también había una chica que no era monja, pero su madre (creo) sí lo era, y su madre quería salvarla. Así la madre dijo: «por favor, hermana, permita que mi hija lleve este velo, que la hará pasar por monja».
Era tutsi. Y allí se estaba cometiendo una masacre… las únicas personas que se salvaron de la masacre ese día, entre los tutsis, fueron las monjas tutsis. Por eso la mujer le dijo a la hermana Gertrudis, la jefa del convento: «le ruego que permita que mi hija se haga pasar por una de sus monjas. Tome este pedazo de tela y deje que lo lleve». Pero Gertrudis se negó. Se negó, la abadesa se negó.
la mujer tutsi dijo que su hija había muerto por un pedazo de tela.

Porque lo único necesario para salvar a la gente ese día era un símbolo. Por supuesto, hemos presenciado cosas parecidas muy a menudo en la historia… ¡está en la Biblia! Hay un momento, creo que es el Libro de Josué, aunque no estoy seguro…. El caso es que hay una batalla, y se llevan aparte a un hombre que dice: «estoy en vuestro bando, estaba volviendo a casa» y le dicen: «pronuncia la palabra 'Shibboleth’». Y el hombre no puede pronunciarla, porque habla un idioma distinto, y pronuncia ‘sibboleth’. Y le matan, simplemente porque no puede pronunciar bien una palabra. Es lo mismo.
Entrevistador:
Pero va mucho más allá, en tu opinión. Es decir, el cerebro vincula el concepto de pertenencia a una categoría humana con un estado fisiológico concreto… el cerebro emite señales a las células que controlan los flujos hormonales o los latidos del corazón…
David Berreby:
Tengo un ejemplo fantástico de eso, que aparece en mi libro: desde hace un tiempo, sabemos que los niveles de testosterona de las personas que compiten en un deporte varían en función de si ganan o pierden. Si tú y yo jugamos un partido de tenis, y ganas, tus niveles de testosterona aumentarán. Sin embargo, también es verdad que si ves un partido de fútbol, y eres un gran seguidor de tu equipo… si ves el partido y tu equipo gana, tus niveles de testosterona aumentarán.
Esto significa que las repercusiones de nuestros vínculos y filiaciones, de que nuestro equipo lo esté haciendo bien o mal, son muy directas: afectan al cuerpo, no son meros pensamientos.
Entrevistador:
Mencionas un ejemplo muy significativo, que hace referencia a nuestros antepasados… hablas de los genes. Si estudiamos los genes, mirando la
evolución, sabemos que desde el momento en el que 150 personas negras abandonaron África hace 50.000 años…
David Berreby:
¡Qué bueno que no les pasara algo malo!, ¿verdad?
Entrevistador:
Esos genes están esparcidos por todas partes, ¿no?
David Berreby:
Sin duda. Así que todos compartimos los mismos genes.
Entrevistador:
Y, sin embargo, a veces escogemos algunos genes y escondemos los demás, como tú dices, bajo la alfombra.
David Berreby:
¡Eso me resulta fascinante! Todo este tema de descubrir nuestra ascendencia según el ADN, por ejemplo. Nicholas Wade publicó una historia en el New York Times sobre unos restos de hueso que se descubrieron en Inglaterra…
Pues bien, escribió un artículo sobre un hueso descubierto por alguien (creo que fue Sykes, un experto en genética). El caso es que se descubrió un hueso en un pueblo que revelaba ADN, gracias al cual se podía ver que los antepasados de los habitantes actuales del pueblo compartían ADN con gente que había vivido miles de años antes… Es fantástico, ¿verdad? Esa ascendencia profunda en Inglaterra… ¡pero resulta que también estaban relacionados con Genghis Khan! ¡Y estaban relacionados conmigo! ¡Y con Nelson Mandela! Cuando empezamos por nuestros antepasados, definitivamente estamos seleccionando unos genes y no otros. ¡Eso también es interesante!
Entrevistador:
Otra cosa que mencionas en tu libro y que me parece interesante es que dividimos, establecemos fronteras entre algunas categorías humanas (religiosas o no religiosas, por ejemplo…) pero hay muchas otras categorías humanas, en teoría, que no utilizamos.
David Berreby:
Claro. Como por ejemplo el hecho de ser zurdo… nunca peleamos entre nosotros porque uno es zurdo y el otro no…
En mi opinión, esto sugiere que se trata de una manera especial de pensar. De la misma manera que el lenguaje no es lógico…
No hay ningún motivo concreto para añadir una ese al final de una palabra para formar el plural… se podría marcar el plural de otra manera, de hecho cada idioma tiene reglas especiales y excepciones… cuando oigo a alguien hablando mi idioma y no me suena bien, ¡la razón de que no me suene bien no tiene que ver con la lógica! Hay otra cosa que me dice que no se están siguiendo las reglas. ¡Y no son reglas lógicas!
Creo que esto también es aplicable aquí, porque podríamos dividir a la gente de otra manera, y no lo hacemos…y eso sugiere que preferimos algunas divisiones a otras, ¡y no son divisiones lógicas! Ser zurdo o diestro es una diferencia real, biológica; tendría tanto sentido clasificar a la gente así como clasificarla en función del sexo, la edad o la altura. ¡Pero no lo hacemos! Eso me lleva a pensar que lo que nos convence no son los hechos empíricos, no son las reglas lógicas... entra en juego otra cosa, que puede ser especial.
Entrevistador:
David, ¿tengo razón si digo que se ha infligido más daño a causa de las lealtades y filiaciones de las personas a una tradición concreta, o raza, o religión, lo que sea, que a causa del cambio económico? Y sin embargo todo el mundo dice que los ricos son los culpables…
David Berreby:
Sí. Es una buena pregunta, porque creo que durante mucho tiempo se ha ignorado este tema, considerándolo un epifenómeno.
Se suponía que lo importante era otra cosa. Es decir, que en realidad tenía que ver con la lucha de clases, con la pobreza, con la asignación de recursos y los conflictos por el agua, el tungsteno, con lo que fuera. Pero me parece que en las últimas décadas de investigación ha quedado bastante claro que esto no es verdad, que cuando la gente se implica demasiado, se pinta con los colores de su equipo de fútbol, y va a ver el partido con ganas de pelear contra cualquiera del equipo contrario… cuando esto sucede ¡no tiene que ver con otra cosa! Tiene que ver únicamente con lo que es, ese arrebato increíble que tiene la gente al sentir que «nuestro bando es genial y estoy con todo el mundo de mi bando, y vamos a por todos los del otro bando».
Y muchos de los términos que se han utilizado, por ejemplo… a menudo se alude a este tipo de cosas como «conflictos de grupo» o «grupos» que están en algún tipo de competición o pelea. El problema es que no es una palabra muy coherente, grupo… Vamos, que se puede decir que los chinos son un grupo, un grupo étnico, ¿no? Pero no viven en el mismo continente, no hablan el mismo idioma, hay muchas personas de etnia china en mi país que no hablan chino… e incluso si vas a china, encontrarás múltiples dialectos, versiones distintas del mismo idioma. No practican la misma religión, no tienen las mismas creencias económicas…
Y cuando decimos «grupo», damos a entender que la gente se reúne, y decide cosas, y que tiene alguna coherencia, que actúan conjuntamente, porque forman, en cierto sentido, un conjunto. Y para la mayoría de cosas a las que aplicamos esta palabra… ¡simplemente no encaja!
Este es uno de los motivos por los que intento utilizar este término, «categoría humana», que procede de un filósofo llamado Ian Hacking, de la universidad de Toronto.
Entrevistador:
Hay otro aspecto que hace que todo esto sea fascinante, tienes algunas historias que demuestran que lo que importa no es quién eres sino dónde estás… ¿recuerdas esa historia de…? … los religiosos, sí. ¿…los estudiantes a sacerdotes? ¿Qué sucedió?
David Berreby:
Pues se hizo un estudio (no recuerdo exactamente quién lo hizo, lo siento) con tres grupos de estudiantes de un seminario, que estudiaban para convertirse en pastores… Religiosos… estudiaban para pastores. A cada miembro del primer grupo le dijeron: «debes ir a dar una conferencia de aquí a pocos minutos, aquí está la dirección…» Sí. «¡Llegas tarde! ¡Llegas tarde! No vas a llegar a tiempo». Y el estudiante salía corriendo. Para el siguiente grupo, las palabras eran: «tienes el tiempo justo. Si sales ahora, llegarás bien». Y luego la persona se marchaba. A los del tercer grupo, les decían: «tienes mucho tiempo, el sitio está a diez minutos andando, y falta una hora, así que no hay prisa, pero asegúrate de llegar». Y también se marchaban. Cada una de estas personas, por el camino, se encontraba a alguien que parecía estar en apuros; alguien tumbado, sangrando, en el suelo. Y lo que cabría esperar, si la identidad de grupo, las filiaciones, las lealtades hacia un grupo afín…
Entrevistador:
…eran religiosas…
David Berreby:
Sí, si eso es lo que determinaba qué hacer en cada momento, entonces lo que cabría esperar es que cada una de estas personas que querían convertirse en líderes cristianos e intentaban aplicar principios religiosos, todos ellos pensaran, por lo menos, que deberían intentar detenerse y socorrer a quien necesitaba ayuda. Pero lo que sucedió, en cambio, fue que una abrumadora mayoría de los que tenían prisa tendieron a pasar de largo, diciendo algo así como: «lo siento, ¡me tengo que ir!»
Y entre los que tenían el tiempo justo, aproximadamente la mitad hizo una cosa, y la otra mitad, otra… mientras que los que tenían mucho tiempo tendieron a pararse y ayudar. En ese caso, fueron las circunstancias lo que determinaron la decisión de qué hacer, y no la identidad. Por supuesto, la gran ironía de la historia es que el título de la conferencia que debían impartir era «el buen Samaritano».
Entrevistador:
Cuanto más aprendo sobre el cerebro, más preocupado estoy. Corrígeme si me equivoco, porque encaja con tu mensaje, con lo que sugieres…. Resulta que el cerebro (bueno, esto ya lo sabíamos) no ve nada ahí dentro, sólo obtiene mensajes cifrados. Así que el cerebro no es algo que nos permita, en realidad, saber cómo son las cosas fuera.
David Berreby:
Es cierto.
Entrevistador:
Esto lo sabemos ahora gracias a la neurología, en gran parte. Pero lo que se está descubriendo ahora es que el cerebro utiliza gran parte de este 20% de
energía total que consume simplemente prediciendo, pensando, inventando, imaginando… cosas como las que mencionas.
¿Qué opinas?
David Berreby:
Por un lado, está claro que hay todo tipo de cosas que suceden de las que no somos conscientes. Cuando percibimos a otra persona, la estereotipamos, creamos lo que se conoce como estereotipos, que son automáticos, del tipo: «muy bien, eres europeo, y eres español, y eres un hombre, y eres blanco…» o «eres chino», lo que sea. Muchas de estas cosas pasan fuera de la esfera consciente. Hay una mujer llamada Mahzarin Banaji que ideó un test muy interesante, con el que demostró que, incluso las personas con principios muy igualitarios y progresivos, si vivían en Estados Unidos, tenían ciertos sentimientos sobre la raza, e incluso a las personas muy, muy progresistas que no creían en ningún tipo de racismo les resultaba ligeramente más fácil asociar una «cara blanca» con adjetivos positivos en una prueba en el ordenador, lo relacionaban unos milisegundos más rápido que con una cara negra. Eso les pasaba, incluso, a personas negras.
En cualquier caso, lo importante es que mucho de esto es inconsciente. No sabemos lo que sucede cuando tomamos decisiones sobre cómo percibimos a los demás
Pero, por otro lado, también es verdad que, al parecer, somos capaces de pensar en lo que hacemos y tomar conciencia de ello, a medida que aprendemos más cosas sobre cómo nos comportamos… así que ¿podemos controlarlo? ¿Podemos dejar de tener respuestas irracionales e injustas hacia los demás? No lo sé, pero creo que quizá podamos dejar de tomárnoslas tan en serio.

Hablando de inteligentes trastornados ...

Los que me conocen me han escuchado muchas veces decir que los enfermos mentales no están hospitalizados, están en las calles junto a nosotros y en algunos casos se sorprenderían de lo cerca….y de cuántos.

En algunos casos resulta casi intuitivo identificar a quien tiene alguna disfunción psicológica pero en otros nos resulta mas complicado. Es difícil saber lo que caracteriza a un psicópata. Son depredadores sociales. Saben lo que hacen, entienden la diferencia entre el bien y el mal, pero son incapaces de sentir empatía. Les falta la capacidad de entender que lo que hacen tiene consecuencias emocionalmente devastadoras sobre los demás. No sienten ningún tipo de remordimiento, su conciencia no les dice que han actuado mal.

Los psicópatas suelen ser, normalmente, mentirosos, violentos y …encantadores!. Se adaptan a las reglas de la sociedad ¿Cómo podemos identificarlos? ¿Podríamos saber si nuestro amigo, nuestro jefe o nuestra pareja es psicópata? Hasta que no comprendamos que tienen una manera distinta de ver el mundo humano, estaremos condenados a ser, eventualmente, sus víctimas.

De acuerdo a Robert Hare, Psicólogo de la University of British Columbia, Canadá, algunos rasgos caracterizan el comportamiento de un psicópata y quiero compartirlos, para que se sorprendan del parecido que verán en personas cercanas e incluso en gente que conocemos muy bien…ahí se los dejo!

“Los psicópatas tienen formas más sutiles de hacer daño que la agresión física y de hecho los peores de ellos llevan trajes impecables, conducen carros de estilo y marca y ocupan algunos de los puestos más importantes en política y empresa: tu jefe podría ser uno de ellos, cientos de miles de psicópatas viven, trabajan y juegan con nosotros -tu jefe, tu amigo o tu hermana- y es posible que sigan un camino hacia la destrucción sin tener conciencia de ello”
Los psicópatas son muy buenos manipuladores y nosotros los consideramos astutos e ingeniosos ya que pueden engañar a otros. Incluso cuando se es experto en la materia es fácil que te engañen y se salgan con la suya.”
“Hay muchos casos donde se puede ver la falta de empatía. Esto sucede cuando no se es capaz de ponerse en el lugar de la otra persona: pero más de forma emocional que intelectual. Es decir que un psicópata puede entrar en tu cerebro e intentar imaginarse lo que tú piensas, sin embargo nunca podrá comprender cómo te sientes. Un psicópata puede llegar a relacionarse social o intelectualmente, pero ven y tratan a las personas como objetos…”
“Pero una cosa que puedo decir es que el psicópata, una persona que desde muy pronto tiene unas características personales como son la falta de miedo, o la falta de ansiedad, el gusto por una vida fácil y la tendencia a ser impulsivo..., estos individuos no pueden ser inhibidos o formados por el entorno de la misma manera que lo serán las personas normales.”…


no nos gusta utilizar el término psicópata, aunque están en todas las áreas donde se puede obtener algo: desde pozos con agua, tierras de labranza o allá donde haya poder o prestigio. Donde se pueda obtener dinero habrá un psicópata bien vestido e inteligente que le atrae estas cosas y que lo hará muy bien para conseguirlo. De manera que hay muchas áreas: negocios, política, etc, en las que el psicópata inteligente encontrará un hogar muy confortable.”

lunes, 24 de septiembre de 2007

Deconstruir con filosofía...

En una de esas tertulias mironianas en las que el debate gira alrededor de la gastronomía y que me permiten aprender tanto de los amigos experimentados; uno de ellos mencionó que el término “deconstrucción” provenía de la psicología. Confeso mi desconocimiento al respecto, arañó mi ego profesional y me impulsó a la investigación y éste es un breve (muy breve) resumen, del origen del mencionado término (FILOSOFÍA amigo catire), que en efecto es un método de pensamiento:

“Jacques Derrida Safar (15 de julio de 1930 — † 8 de octubre de 2004), francés nacido en Argelia, considerado uno de los más influyentes pensadores y filósofos contemporáneos. Fue el primero en desarrollar el método de pensamiento conocido como deconstrucción, planteado en el trabajo de Martin Heidegger.
La desconstrucción es la generalización por parte del filósofo
postestructuralista francés Jacques Derrida del método implícito en los análisis del pensador alemán Martin Heidegger, fundamentalmente en sus análisis etimológicos de la historia de la filosofía. Consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera, a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas (de ahí el nombre de deconstrucción), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo, puesto que los útiles de la conciencia en que lo verdadero ha de darse, son históricos, relativos y sometidos a las paradojas de las figuras retóricas de la metáfora y la metonimia.
Con todo ello la deconstrucción va a plantear básicamente una disociación hiperanalítica del signo proponiendo una subversiva puesta en escena del significante afirmando que cualquier tipo de texto, (literario ó no) se presenta no solamente como un fenómeno de comunicación , sino también de significación. La deconstrucción realiza un planteamiento quiásmico, es decir, se mueve entre la negación-afirmación del símbolo. Se afirma la autonomía del signo respecto a los significados trascendentales y se niega que la escritura solo remita a sí misma”.


En otras palabras, deconstruir es buscar las partes originarias de un todo a fin de encontrar el verdadero significado de ese todo y no quedarse con lo que representa “unido”. En principio resulta simplemente un proceso analítico y crítico para la comprensión de un texto, o hecho presente a través de los componentes que explican sus orígenes, lo cual representa muy bien el sistema de pensamiento que tengo por deformación profesional. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que nunca la suma de las partes será igual al todo….así pues, que para los amigos que participaron en el debate que menciono al principio, sepan que en mi opinión la deconstrucción en el ámbito gastronómico es una forma de conocer un plato y ésto, es valiosísimo para todos nosotros los humildes comensales, pero nunca puede ser comparado con el plato construido cuyo valor y significado es distinto y, en ambos casos -siempre en mi opinión-, ambas alternativas (construcción y deconstrucción) son un aporte a nuestros paladares y memorizados en nuestros placeres.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Cuando no están

A veces cometo el error de creer que, ya vivida una circunstancia determinada, la misma no producirá los mismos efectos de volverse a presentar, enorme equivocación de mi parte considerando que, a pesar del conocimiento y memoria ya registrados, existe un elemento que marca una diferencia ineludible y es, el tiempo transcurrido entre una vez y la siguiente, lo cual transforma ...cambia…modifica… renueva con nuevos tintes lo ya vivido y a mi.
Al contrario de lo esperado, el silencio es mas espeso, el reloj tiene una pasmosa parsimonia, los colores lucen tenues y los olores intensos.
Vaya si es distinto, vaya si he cambiado.
Los amo con locura mis tres malandros y cuánto significado pierden los minutos cuando no están.

sábado, 22 de septiembre de 2007

¿Cuándo caduca?

Como consumidores todos nos sentimos mucho más tranquilos si lo que compramos tiene señalado el tiempo en el cual caduca la calidad del producto y, cuando no es posible ese dato, pedimos la garantía del producto adquirido. Esa tranquilidad viene dada por la notable disminución de la incertidumbre que nos produce una decisión, en este caso la decisión de comprar. Con lo cual queda claro aquello que nos inquieta claramente es la incertidumbre.
Pero ciertamente hay un montón de decisiones que debemos tomar con un alto nivel de incertidumbre involucrada, y en la inmensa mayoría de los casos esas decisiones tienen una gran carga emocional, por tanto la incertidumbre es suprema. Manejar esa incertidumbre debido a nuestras decisiones emocionales seguramente es un trabajito de día a día y, en mi opinión, no hay estructura, legislación ni reglas que ayuden ni demasiado ni por mucho tiempo.
Por todo esto me alucina leer notas de prensa como ésta:
“Una política alemana ha presentado una polémica propuesta por medio de la cual pretende que el contrato matrimonial prescriba siete años después del enlace, dejando en manos de la pareja la decisión sobre una eventual renovación de los votos.
"Propongo que el matrimonio se venza después de siete años. Esto significa que uno podrá comprometerse por un periodo determinado y luego podrá renovar los votos, si así lo desea", declaró Gabriele Pauli, exponente de la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán).”
En otras palabras, a esta señora -quien en mi opinión traduce muy poco el desarrollo intelectual femenino tanto de Europa (¡!!) y ni que decir de Latinoamérica-, cree que si le pone tiempo de caducidad a una emoción, eso hará que una decisión sea mas fácil y práctica; pero además, según su planteamiento tiene un tiempo determinado que son 7 años; es decir, procure usted no salirse del parámetro propuesto porque ya no tendrá sentido “legal”.
Empezarán entonces las estrellas globalizadas a proponer cosas como éstas:
- tiempo de caducidad para una amistad entre hombres
- tiempo de caducidad para una amistad entre mujeres
- tiempo de caducidad para las relaciones personales en el ámbito laboral
- tiempo de caducidad para el afecto a su hijo
- tiempo de caducidad para el disgusto con su padre
- tiempo de caducidad para enojarse con un hermano
- tiempo de caducidad para sentir cualquier cosa!!!!
Así no nos inquietará tomar la decisión que nos apetezca al final alguien se encargará de darnos argumentos para no pensar y deshacernos de la responsabilidad sobre cómo nos comportamos y cómo nos sentimos.
Uff no saben que desazón ver cómo por todo el mundo encargamos a gente tan incapaz para ejercer la función pública, visto lo visto cada día dentro y fuera del territorio nacional, definitivamente es globalizado el virus de la incapacidad de elegir a los representantes públicos.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Chambers vs. Dios, 1er. asalto

Ayer lo oí y hoy transcribo la nota de prensa:
"PD / EFE).- El senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, presentó una demanda judicial contra Dios, al que acusa de haber causado "nefastas catástrofes" en el mundo, que han provocado muerte y destrucción sin misericordia.El escrito fue admitido a trámite el pasado 14 de septiembre por la Corte del distrito de Douglas, en Nebraska, en una prueba más de que en Estados Unidos las demandas pueden prosperar pese a lo extravagante que sea su contenido. Ante la imposibilidad de que Dios se presente en el proceso, se cita a los representantes de "varios religiones, denominaciones, y cultos que, de manera notoria, reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación". El demandante reconoce que ha hecho "razonables esfuerzos" para invocar al demandado, con llamados de "manifiéstate, manifiéstate, donde quiera que estés", aunque sin éxito".
Algunos se reirán de él, otros se levantarán indignados por la audacia religiosa y algún otro se meterá en el show para tener sus 3 minutos de gloria. A mi me gustaría resaltar esta noticia, que no es cuento, como la expresión mas evidente de que nuestro enorme esfuerzo para asignarle la responsabilidad de todo lo que pasa a otros puede ser así de absurda. Y si el que me lea tiene la tentación de pensar:"a mi no se me ocurriría hacer algo así", le invito amigo a que se detenga hoy, o mañana, y desde que se levanta hasta que se acuesta se pasee por la misma pregunta : a quién culpé hoy por lo que me pasó a mi?". Si se anima, haga el ejercicio de vez en cuando, verá la lista de demandas que podría hacer en un Tribunal norteamericano!.
Luego, impresiona sacar la cifra de dinero que en ésto se gasta, porque reunido todo ello, podríamos haber suministrado alimentos a Indonesia, Sri Lanka, Sudan Occidental, aldeas de Perú devastadas o incluso acercarse al barrio mas cercano a nuestro lugar de habitación y preparar tremendo sancocho.
Le agradezco al Senador Chambers su iniciativa y le invito a demandar también a un montón de gente cerquita de él en su mismo lugar de trabajo pues, sin que le cueste demasiada movilización ni física ni intelectual y los demande en mi nombre, porque creo que ocupan muy poco tiempo en su verdadero trabajo que entiendo en términos muy simples, que se trata de defender, promover y EJECUTAR proyectos para el bienestar común, entiendo que es para eso que les pagan … se aceptan correcciones si estoy equivocada.

martes, 18 de septiembre de 2007

Con defectos muchos y de calidad

Se han percatado de la admiración que todos manifestamos cuando escuchamos cualquier historia de la vida real que refiera la lucha de un ser humano con limitaciones físicas, intelectuales o sociales que consigue “llegar” a la meta?. Llaman mi atención algunas publicidades que resaltan a personajes hoy destacados cuya historia comienza con notables dificultades que logran superar, todos los que las comentan señalan su admiración por ellos.
Pero con nuestros comportamientos reales de cada día demostramos que aquello que realmente admiramos es lo que llamamos “éxito” y, en términos generales no nos referimos al camino recorrido, siempre alegamos el resultado final.
Con lo cual, todo aquel cuya existencia consista en un esfuerzo por conseguir pequeños logros –o grandes según quien defina el éxito-, carecen de valor social si no “llegan” a aquellos parámetros que socialmente se consideran exitosos.
Razones de peso para no poner demasiada atención a quien es mas débil, porque tiene algún defecto: físico, desventaja intelectual o académica, demuestre tener pocos recursos económicos – o al menos no los suficientes para alardear -, o simplemente decidimos ignorar al gordito, al pequeñito, al que no tiene el cabello bien hidratado, al que no sea famoso que en general se traduce en presencia de imagen en medios, al que no se haya quitado las arrugas o se haya sometido a un entrenamiento que lo convierta en “bello” o casi “bello”, o cuando poco en atractivo (si no reúne TODAS las características descritas no puede acceder al adjetivo de atractivo).
Por eso, creo firmemente, que se convierte en una necesidad obsesiva el manejo de la imagen. Por razones obvias, la inmensa mayoría no cumple con todas esas cualidades con lo cual, mas nos vale desarrollar la imagen y mercadearla es fundamental, demostrando así que poseemos al menos muchas de ellas…..o en el mejor de los casos lo importante , lo mas importante, es ser capaces de hacerles creer a otros que las tenemos.
Me bajé de ese tren hace bastante tiempo, y cada vez que pasa por mi estación, me asusto, incluso confieso que eventualmente casi me engaña, afortunadamente, mis defectos me ayudan muchísimo (por su volumen y calidad), a centrarme en mi decisión de andar mas a pie, antes que subirme a ese tren del mercadeo constante y por demás quitándome energía que necesito para ser feliz cada día.

lunes, 17 de septiembre de 2007

"Yo solo queria una chupeta"

Hace semanas me rondan varias situaciones en la cuales el tema de la congruencia me molestaba y hoy les he encontrado nombre para trabajar en ello: DOMINIO Y POSESIÓN, dos viejos monstruos que no por antiguos en la historia humana han dejado de tener fuerza y alcance.
Es muy impactante tener ejemplos, varios y recientes, de grandes ideas surgidas de la ingenuidad de la simpleza de nuestro niño interno, que en cuanto tienen forma real y belleza de objetivo, aparecen los guardianes territoriales a establecer normas, límites, condiciones, imagen pública, mercadeo y promociones…cargos…designaciones….premios y castigos, vetos y autorizaciones, todo ello siempre disfrazado de la frase de “apoyo desinteresado” cuyo único objetivo final es ejercer DOMINIO Y POSESIÓN sobre la idea o proyecto de otro que como parece buena (“pero no fue mía”) debo montar la red de invasión para dominarla y terminar siendo el poseedor de ella. Justo al mismo tiempo que tu niño interno se pregunta: “quién habló de montar Disneylandia Caribeño si yo solo quería jugar a la “ere” con mis panas?”.
Al principio cuando esto nos sucede o sucede cerca de nosotros, nos puede la indignación, por ratos incluso la impotencia, esa sensación del niño que solo quería su chupeta favorita y luego se encuentra con que compraron una torta mala de nata que nunca le gustó y que tampoco puede comer porque llegó antes de la hora de la cena, no ha hecho la tarea, mañana hay que levantarse temprano y mamá no me dio permiso de probarla.
Lo más importante desde mi punto de vista es, que cuando alguien logra cambiar una buena idea o proyecto y convertirlo en una parodia que “le pertenece y domina”, es fundamental reconocer que ya no es lo que queríamos y al convertirse en una cosa distinta ya no se parece a nosotros, es perfecto que el dominador, perdido en su reserva territorial, tome plena posesión de lo que en definitiva lo esclavizará a sus propias reglas, condiciones, límites y mercadeo…..el tiempo y la sabiduría le amarrará a una torta ácida de nata que será suya.
Yo me quedo feliz disfrutando mi chupeta favorita, que fue lo que siempre quise…¿quieres compartirla en el recreo?

Ver y no creer, observar e interpretar

Fiel observadora de todo lo que veo alrededor cada día me encuentro mas crítica con aquel antiquísimo decir: ver para creer. Ahora cada día con mas firmeza entiendo que no interpretamos con sabiduría esa frase. Apegados a lo fácil, que no lo sencillo, creemos firmemente en todo lo que vemos y si está reflejado en una pantalla -de cualquier magnitud, tecnología u origen- con mas convicción.
Les invito a modificar la interpretación e imaginar que aquello que "vemos" con los ojos, aquello que "oimos" con los oidos, aquello que "olemos" con la nariz, "saboreamos" con el paladar y "tocamos" con la piel comencemos a guardarlo sin creerlo y solo cuando decidamos regalarnos 3 minutos con nuestro maravilloso cerebro CREAMOS en lo que él nos devuelve con toda la información.
Empecemos a ver hacia adentro, practiquemos el ejercicio de la duda, verán como todo lo que "vemos" fácil no parece tan cierto, tan claro, tan ...... lo que otros quieren que veamos!